La ciudad neozelandesa de Auckland está confinada debido a la aparición de tres casos de COVID-19. Esto ha provocado que la final de la Copa Prada, que estaba prevista su vuelta para la competición para este miércoles para la disputa de los flights 5 y 6, hayan sido aplazados como mínimo 72 horas. Esto ocurrirá mientras la ciudad esté en alerta 2 o 3.
America’s Cup Events (ACE) ha anunciado que si la alerta baja a fase 1 podría volver a competirse este próximo fin de semana, sino ya se pasarían al 26 de febrero para no hacer más cambios en el calendario. En el caso de que la Copa Prada se retrasara una semana, la Copa América, que está previsto que dé inicio el 6 de marzo, también se retrasaría una semana.
Por su parte Luna Rossa, Challenger of Record, y finalista de la Copa Prada ha lanzado un órdago ya no sólo a la organización, sino también al gobierno de Nueva Zelanda, que al fin y al cabo es el que marca los tiempos y las restricciones.
El equipo de Patrizio Bertelli, como siempre, ha ido más allá y dice que: «El Challenger of Record ha confirmado que la regata puede celebrarse en condiciones de total seguridad y también ha ofrecido todo su apoyo a la ACE y a las autoridades locales en la aplicación del protocolo que se indica en los planes de gestión en tierra y en el agua del evento AC36 COVID-19 para la alerta. No vemos ninguna razón por la que se permita a los equipos entrenar durante este nivel de alerta pero no se puedan celebrar carreras, aunque sea ‘a puerta cerrada’ según el mismo protocolo».
Y sabiendo que su posición se refuerza tras el 4-0 endosado a INEOS Team UK lanza un órdago diciendo que “ Luna Rossa Prada Pirelli está preparado para competir contra el INEOS TEAM UK el viernes 19 de febrero, de acuerdo con el calendario de la final de la Copa PRADA, que debe completarse a más tardar el 24 de febrero. Más aún ahora que el gobierno ha tomado la decisión de rebajar el nivel de alerta Covid de 3 a 2, permitiendo que las regatas se celebren respetando la seguridad de todos».
Hasta el pasado domingo la vida en Nueva Zelanda era absolutamente normal, con la población en la calle sin mascarillas, los restaurantes a pleno rendimiento y los eventos celebrándose sin ningún tipo de restricciones. Precisamente el pasado fin de semana se reunieron más de 250.000 aficionados para seguir la competición.
Pero la presidenta del país, Jacinda Ardern, no se anda con chiquitas, y durante meses el país ha estado sin un solo caso de coronavirus. Es más, todas las personas que llegan al aeropuerto de Auckland desde el extranjero, además de llevar una prueba de PCR negativa, tienen que estar 15 días confinados antes de salir a la calle para hacer vida normal.
Es por ello que las autoridades no quieren que la pandemia se les vaya de las manos, como ha pasado en el resto del mundo. Probablemente las regatas de la Copa Prada se podrían disputar sin riesgo ya que son en alta mar y al aire libre, pero por ahora han preferido que la población esté confinada hasta nuevo aviso.