La Marina de València arrastra una deuda de 350 millones de euros con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), después del crédito que se concedió al Consorcio 2007 para financiar las obras de la construcción del inicialmente llamado Port America’s Cup, después Marina Real Juan Carlos I y actualmente Marina de València. Pues bien, parte de la deuda parece haber llegado a su fin.
Esta era una antigua reivindicación por parte de las instituciones valencianas, y finalmente ha conseguido el compromiso de la condonación por parte del Gobierno de España. Para que esto fuera posible, la negociación de la Generalitat con el Ministerio de Hacienda ha sido clara, si querían que el Consell apoyara la senda del déficit prevista por el ejecutivo de Pedro Sánchez hasta el año 2021, a la que inicialmente se había abstenido, había que pasar por caja, es decir dejar de pagar las deudas.
El Consorcio 2007 es un ente público formado por la Generalitat Valenciana, el Ayuntamiento de Valencia y el Estado.
El perdón de las deudas del ICO no es nuevo, eso ya pasó con los Juegos Olímpicos de Barcelona y las Exposiciones Universales de Sevilla y Zaragoza. Y ahora le ha tocado el turno a Valencia.
Esto demuestra que conseguir eventos de este nivel, a medio plazo, acaban siendo un chollo para las ciudades que los acogen, ya que al final antes o después, papá Estado acaba asumiendo las deuda y todos tan panchos.
Incluso el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha suspendido sus vacaciones para anunciar las nuevas relaciones económicas entre la Generalitat y el Estado. No es para menos.
Pero la alegría no puede ser plena, ya que según cuenta Ximo Moret en Valencia Plaza, el Consorcio 2007 y en consecuencia la Marina de València, aún deben 67 millones de euros al fondo oportunista estadounidense TCA ECDF Investments, que ha amenazado en abrir un litigio en Reino Unido.
La deuda pública será condonada; la privada, parece ser que no.