Era cuestión de tiempo. Desde que había comenzado ésta Louis Vuitton o Copa América, nadie había volcado. A punto estuvieron varios, entre ellos el Emirates Team New Zealand en el match anterior. Pero fue en la pre-salida del último match con el Land Rover BAR cuando el barco kiwi saltó por los aires, y nunca mejor dicho.
Ha sido subir el viento por encima de los 20 nudos y los barco empezar a desintegrarse, prácticamente todos empezaron a soltar piezas de carbono por el campo de regatas, sobre todo BAR, Artemis y SoftBank Team Japan. Ninguno de ellos llegó entero al pantalán. Y al final los que parecían más consistentes, navegando con mayor fiabilidad fueron los que acabaron volcando. Está claro que aquí no hay nadie infalible.
Era el último enfrentamiento del día después que el propio Team New Zealand ya hubiera ganado al BAR y Team Japan destrozara a Artemis con un 2-0 que sacaba de quicio a los suecos, bueno sobre todo a su táctico Ian Percy.
En el equipo neozelandés tendrán que trabajar muy duro para que este miércoles esté el barco perfecto para pase de revista. Veremos si lo consiguen.
