El limbo en el que se encuentran ahora mismo los regatistas olímpicos, sobre todo los que navegan en clases dobles, está haciendo que se encuentren en una situación de gran desigualdad con respecto a sus rivales extranjeros, a los que ven entrenándose sin apenas restricciones, lo cual supone un contratiempo importante para las tripulaciones españolas.

Por lo que respecta a las cinco clases dobles (470 Masculino y Femenino, 49er, FX y Nacra 17), que competirán en los Juegos Olímpicos de Tokio el año que viene, si los juegos se hubieran disputado este verano estaban todas ellas en las quinielas para conseguir medalla, pero este parón que va camino de los tres meses les está angustiando más de la cuenta y siguen sin tener respuesta de cuando podrán volver a entrenar en el mar. Las clases en solitario lo tienen mejor, ya que sí pueden navegar, Blanca Manchón lo hace en solitario en la bahía de Cádiz en RS:X o Gisela Pulido en kitesurf, que ya entrena para Paris 2024.

La regatista catalana Silvia Mas, que junto a la canaria Patricia Cantero ocupan el número 2 del ranking mundial de la clase 470, ha comentado a Efe que «es indignante» que aún no puedan salir al agua, que estén aún confinadas» y que «a casi todos los compañeros del equipo les pase lo mismo». Mas se queja por el hecho que «aún teniendo el pasaporte de Deportista de Alto Nivel no nos dejar navegar en doble porque el requisito es guardar dos metros de distancia con el compañero» y tampoco pueden compartir material, «algo que es muy complicado en el 470». Y eso que Mas y Cantero viven el confinamiento juntas en la casa de la catalana en El Masnou: “estamos haciendo ejercicio físico, bicicleta y reuniones telemáticas con el resto del equipo. Pero claro, no es lo mismo que el entrenamiento en el mar, donde solo he salido un día a hacer surf, pero no hubo olas y solo pude remar”.

La situación es compleja porque el verano se da prácticamente por perdido en cuanto a competiciones y el Europeo de la clase 470, en principio, será a mediados de septiembre en Hyères (Francia), el Mundial a primeros de octubre en el Arenal (Mallorca), y ya apurando nos metemos en diciembre donde también tienen para recuperar el ritmo de competición una regata en casa, la Christmas Race de Palamós.

A ver si pronto el Ministerio de Sanidad les permite volver a los entrenamientos, como ya están permitiendo en otros deportes como el fútbol o el golf, que ya pueden salir a sus respectivos campos, en grupos reducidos, pero al menos ya pueden trabajar sobre el terreno, cosa que no pasa en vela, donde los regatistas dobles van camino de tres meses sin poder salir juntos al mar.

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