Siguen manteniendo la filosofía que llevó a este equipo a la Youth America’s Cup celebrada el año pasado en Bermuda. El Spanish Impulse es un equipo joven pero suficientemente preparado. Y es que el Spanish Impulse está demostrando que no fue flor de un día y que tiene el punto de mira más arriba.
En julio de 2017 participaron en las Extreme Sailing Series de Barcelona y en este 2018 se estrenan también compitiendo en catamaranes, en la M32 Winter Series, un circuito novedoso, a lo mejor más discreto que el de los Extreme o los GC32, pero que buscan su propia promoción.
El Spanish Impulse camina paso a paso y para ello ya cuenta con las primeras firmas que apuestan por ellos como los relojes suizos Sandoz, su principal patrocinador y la colaboración de otras grandes firmas como Rooster, IMK, ISDIN y Red Bull.


El equipo está deportivamente encabezado, como no, por un Jordi Xammar. Un líder nato vaya donde vaya, ya sea vela olímpica, crucero y catamaranes. Da igual en lo que navegue, esté donde esté tiene un duende especial.
Le acompañan en esta ocasión buena parte del núcleo que estuvo en Bermuda como Florian Trittel y Kevin Cabrera. Se han incorporado sus inseparables Nico Rodríguez en el 470 y Iago López Marra, su compañero de fatigas en tierra.
No están en esta ocasión Joan Cardona, ya que está participando en el Europeo de Finn en Cádiz; ni tampoco Diego Botín y Joel Rodríguez. Y el entrenador es el suizo Matías Bülher.
Y como alma mater de todo ello está María del Mar de Ros, con una visión privilegiada y con las ideas muy clara para que el Spanish Impulse siga más vivo que nunca.
Un buen estreno en Valencia y en plenas Fallas. El objetivo es ambicioso, el futuro prometedor.