El Team AkzoNobel en el que navega el catalán Alex Pella ha sufrido un percance importante cuando se encontraba navegando con vientos de 50 nudos y a una velocidad de 40, cuando ha realizado una maniobra muy arriesgada para evitar las zonas delimitadas de hielo. El barco holandés, que lidera Simeon Tienpont, tenía que variar su rumbo para no ser penalizado, pero se ha encontrado con una penalización mayor, ya que ha rompió y va a complicar su llegada a Melbourne, ya que ahora mismo solo navegan con las velas de proa.

La pregunta es si se podía haber evitado la rotura. Evidentemente hay que estar a bordo para poder decirlo del cierto, pero viendo las imágenes y cómo ha ocurrido todo, pienso que podía haberse encontrado otra solución, a priori más incómoda o lenta, pero que a la larga podía haber sido más efectiva. Lo que está claro es que a toro pasado es más fácil poder dar una opinión.

La tripulación del AkzoNobel decidió trasluchar directamente, con el riesgo que ello comportaba, sobre todo por las condiciones de grandes olas y fuertes vientos. Esto acabó provocando que rompieran el carril del mástil y consecuentemente parte de la vela mayor. Esto ocurrió mientras planeaban las olas con 45 nudos de viento, pero es que pocos minutos después había 65, con lo que de haber ocurrido entonces, el drama podría haber sido completo.

Arriesgaron demasiado, a lo mejor hubiera sido más seguro realizar una virada por avante, una acción que es cierto que se realiza más en vela ligera, pero evitas entre otras cosas que puedas volcar. Eso sí, te mojas muchísimo más, pero yo creo que en estas situaciones en el Índico, ya vas tan mojado desde hace días, que a lo mejor hubiera sido la mejor opción.

En estos barcos es difícil la improvisación, ya que maniobras de viradas y trasluchadas no las decide solo en caña, pero a lo mejor en este caso fue así. Aunque Chris Nicholson, en el vídeo adjunto, habla en primera persona, como si de él hubiera sido la decisión final. Sus declaraciones explicando lo que ocurrió son muy interesantes.

El hecho es que ahora tienen un marrón, y seguro que Alex Pella será uno de los encargados en la reparación, sin duda es uno de los que de buen seguro tiene mayor experiencia en estos temas. Ser un navegante oceánico es solitario es lo que tiene, que eres un especialista en todo.

La gran suerte en este caso es que no han echado el palo abajo, que viendo la acción, podría haber ocurrido perfectamente y luego ya el desastre total.

Artículos relacionados:

Todas las noticias de la Volvo Ocean Race (3ª etapa)

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí