La Volvo Ocean Race, de la que son aún propietarios Volvo Group y Volvo Cars, cambiará de manos en las próximas semanas. La firma sueco-china ha dicho que después de 20 años traspasan todos los poderes a la empresa Atlantic Ocean Racing Spain, propiedad de Richard Brisius, Johan Salén y Jan Litborn. Los dos primeros actuales presidente y vicepresidente de la Volvo Ocean Race desde el pasado mes de noviembre.
La edición de este año acabará como está previsto a finales de este mes en La Haya (Holanda) y la próxima ya se ha confirmado que partirá de Alicante en el año 2021, lugar en el que mantendrán su cuartel general, gracias a la aportación de la Generalitat Valenciana y de las magníficas exenciones fiscales de que goza esta regata. Además Brisius, Salén y Liborn ya se han asegurado a Volvo Cars como patrocinador para la próxima edición, lo cual es una buena noticia sobre todo para ellos.
Lo que ya no me cuadra tanto son los números que están vendiendo, que la Volvo Ocean Race 2017-2018 ha generado 98 millones de euros de PIB y 1.700 empleos en España, estos dos datos ya me parecen una exageración. Otra cosa es que en Alicante deje mucho dinero durante los dos fines de semana el sector servicios haya hecho su agosto en otoño.
Teniendo en cuenta que la regata en Alicante solo estuvo apenas un par de semanas, y que el 90% del personal que trabaja en la Volvo Ocean Race es extranjero, pues no me acaba de cuadrar. No sé si es necesario dar estos números para intentar justificar la regata ante la opinión pública.
Esperemos que los nuevos gestores de la Volvo Ocean Race den mayores oportunidades por ejemplo a los astilleros valencianos, que han visto como pasaba por delante de sus narices y poco o nada han tenido que ver en la construcción primero ni los refits posteriores, donde prefirieron que se hicieran en otras ciudades como por ejemplo Lisboa.
Empieza en teoría una nueva era de la vuelta al mundo, veremos cuál será su nuevo rumbo.